Los dinosaurios se extinguieron hace miles de millones de
años. Pero está clarísimo que su descendencia se mantiene viva en algunos
reptiles que tranquilamente podrían pasar por el jurásico. El Dragón de Komodo
no es la excepción. Este gran animal lleno de cualidades, es el lagarto más
grande del mundo y uno de los depredadores más peligrosos, ya que su mordida,
llena de bacterias dañinas, también pueden desgarrar la carne con sus dientes afilados. Diagnóstico: muerte asegurada.
Varanus Komodoenesis es su nombre científico. Es uno de los
reptiles más populares en el mundo dado a sus rasgos prehistóricos. Pertenece
a la familia de los varánidos, y como tal pueden llegar a medir más de 3 metros
y pesar casi 100 kilos.
Este animal tiene una morbo especial por la carne putrefacta. Se alimenta de carroña. Aunque si la necesidad lo requiere también caza a sus presas
tendiéndoles emboscadas: Desde invertebrados, aves y mamíferos tres veces mayores de su tamaño. Hasta practicar el canibalismo si es necesario. A diferencia del león que se alimenta tan solo del 12 o 15 % de su presa, el Dragón de Komodo devora hasta un 80%.
Sus
afilados de dientes, no fueron diseñados para aferrarse, si no para arrancar la carne. Son afilados, hasta de 2,5 cm. Se ven siempre provistos de sangre de sus
presas, hecho que le permitió desarrollar poderosas y dañinas bacterias, que infectan a sus presas al instante. A este gladiador completo, hay que sumarle poderosos coletazos, dotado de músculo firmes
como una roca.
Al igual que las serpientes, posee una lengua claramente bifurcada que utiliza para oler, detectar sabores, y percibir otros estímulos gracias al órgano de Jacobson.
Su escasa audición, le ha permitido desarrollar el sentido
de la vista, puede ver su presa hasta una distancia de 300 metros, aunque hay
que aclarar que dado a que sus retinas solo contienen conos, se estima que su
visión nocturna no es buena. Sin embargo, el Dragón de Komodo posee en su
cuerpo unas placas sensoriales que le permite mediante estímulos nerviosos
desarrollar un gran sentido del tacto. Algunos científicos aseguran que también pueden oler carroña a kilómetros de distancia.
Son rápidos, pueden llegar a correr a velocidades
de más de 20 Km/H. Escalar árboles e incluso a realizar pozos de hasta 4,5
metros de profundidad. Y como si esto fuera, poco son audaces nadadores.
Estas adorables criaturas, prefieran las temperaturas
cálidas y secas, suelen vivir entre arbustos, sabanas, zonas de bosques
tropicales, aunque también se han visto en playas y lechos secos de ríos.
Son solitarios, sólo se juntan para reproducirse durante los
meses de Mayo y Agosto, aunque cabe aclarar que estos asombrosos reptiles,
pueden reproducirse mediante partenogénesis. Es decir la capacidad de procrear
sin la necesidad de un macho. Simplemente respondiendo a estímulos externos.
Bacterias
Según estudios relacionado a la saliva de estos
depredadores, los científicos han descubiertos que en su boca hay 29 tipo de
bacterias Gram positivos y 28 Gram negativas entre ellas la Escherichia coli,
Providencia, Pasteurella multocida.
Recientes estudios han demostrados que estos reptiles poseen
dos glándulas de venenos, que si bien no son mortales para el ser humano, provocan grandes dolores e inflamación inmediata de la zona afectada. Aunque
para la visión, de otros especialistas estas glándulas no representan gran
importancia, ni representan un arma letal para las presas.
Situación Actual
Es considerado en peligro de extinción por eso su caza esta
prohibida y se restringieron un gran números de ejemplares para su estudio
científico.